A estas alturas, es más que probable que estés al tanto de un problema de seguridad masivo que Nintendo ha tenido que solucionar con sus juegos. En diciembre, se descubrió que los juegos antiguos que recibían actualizaciones se debían a que Nintendo había corregido una vulnerabilidad de seguridad llamada «ENLBufferPwn». El exploit permitía a los hackers hacerse con el control de la consola sin ser detectados, y lo único que necesitaba el hacker para hacerlo era que la víctima estuviera jugando en línea a uno de los juegos vulnerables.
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