El acuerdo entre Activision-Blizzard y Microsoft ha entrado recientemente en la fase de regulación y está siendo estudiado en detalle por los principales organismos económicos internacionales. Ante los reguladores británicos, Microsoft explicó su posición sobre las licencias que el gigante pretendía adquirir y la opción, o no, de hacerlas exclusivas.
Todavía en fase de estudio
La adquisición de Activision-Blizzard por parte de Microsoft se está tomando su tiempo. Si el acuerdo entre las dos partes ha sido validado por BrasilLa transacción sigue siendo examinada por la gran mayoría de las comisiones internacionales. Así que por el momento, nada se mueve, o casi nada. Sony y Microsoft mantienen una guerra constante desde hace varias semanas, mientras la firma japonesa hace todo lo posible por hundir esta adquisición. La razón de este conflicto es principalmente la licencia Llamada del debermientras que a Sony le preocupa seriamente que Microsoft lo convierta en una exclusiva.
Los dos gigantes están declarando ante los principales reguladores internacionales. Jim Ryan, director general de PlayStation, intentó exponer sus argumentos ante la Comisión Europea el mes pasado. Por su parte, Microsoft está haciendo todo lo posible para mostrar sus credenciales y convencer a estos importantes organismos de que validen esta adquisición. La firma de Redmond explicó recientemente su posición sobre su catálogo a la CMA, sobre todo explicando los criterios que se tienen en cuenta para transformar una licencia en una exclusiva de Xbox.
Una cuestión de audiencia
Para Sony, uno de los mayores riesgos de una adquisición de este tipo sería perder una licencia como la de Call of Duty. El argumento de la firma japonesa gira principalmente en torno al FPS de Actvision-Blizzard, un punto de vista compartido en parte por la CMA. Por otro lado, Microsoft ha querido responder a Sony y aportar varias aclaraciones. En la actualidad, la firma de Redmond explica que el interés por hacer que Call of Duty sea exclusivo del catálogo de Xbox es casi inexistente, principalmente por su importancia y la seguridad que representa una licencia de este tipo en términos de audiencia.

La carta de Microsoft muestra que la empresa divide sus licencias en tres categorías: En primer lugar, hay juegos «de nicho», como Psychonauts 2 y Fallout 76y juegos de popularidad más incierta, como los dos próximos títulos de Bethesda, Redfall y Starfieldy, por último, licencias con un éxito innegable, como Llamada del deber y Minecraft. Estas tres categorías se dividen según su «valor de exclusividad».
En el informe proporcionada por Microsoft, la empresa explica que los juegos «de tamaño medio» (como los de Zenimax, según Microsoft) son «fundamentalmente diferentes» de licencias como Call of Duty y Minecraft, y el tratamiento aplicado a estos juegos «no puede ser representativo de las intenciones de Microsoft hacia (Call of Duty)». En otras palabras, aunque Starfield y Redfall son efectivamente exclusivos del ecosistema Xbox, eso no significa que vaya a ocurrir lo mismo con los juegos de Call of Duty. A modo de comparación, Microsoft también señala las decisiones tomadas por su competidor y dice que Sony ha entendido perfectamente lo que está en juego con esta división, al dejar Destiny 2 disponible en todas las plataformas tras la compra de Bungie.
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