Un tribunal prohíbe a un multimillonario caído en desgracia jugar a videojuegos
¿Quién iba a pensar que los videojuegos estarían en el centro de una historia sobre malversación y criptomonedas? Te contamos la sorprendente decisión judicial contra uno de los multimillonarios más jóvenes del mundo.
De las criptomonedas a los tribunales
¿Sabe usted Sam Bankman-Fried ? Puede que el nombre de este estadounidense de 31 años no le suene. Pero es un multimillonario que ha sido noticia últimamente, y no necesariamente por las razones correctas. Todo empezó en una conocida empresa de Wall Street llamada Jane Street. Fue allí donde el joven Sam, recién salido del MIT, adquirió su primera experiencia profesional. Luego decidió independizarse y crear su propia empresa, Alameda Research y después FTX. Y esta última tiene una especialidad: el comercio de criptomonedas.
El hombre pretende aprovecharse de este mercado naciente explotando las diferencias de precio de los activos digitales entre las distintas regiones del mundo. ¡Y funciona! Consiguió recaudar nada menos que 20 millones de dólares en sólo tres semanas. Pocos años después, se convirtió en la persona más rica de su generación, con nada menos que 17.000 millones de dólares en el bolsillo. Entonces no tenía ni 30 años. ¿Una gran historia? Bueno, en realidad no. En noviembre de 2022, FTX finalmente se declaró en quiebra, SBF fue implicado y demandado. Pero la historia no termina ahí.
¿Prohibido en LoL por una historia de criptomonedas?
La demanda contra SBF es de lo más grave. Basándose en los cargos de fraude, el hombre se enfrenta a hasta 115 años de prisión si se confirman todos los cargos. Mientras espera la vista, el joven está bajo arresto domiciliario con sus padres. Viven en una mansión multimillonaria en el centro de California. Se podría decir que el joven está lejos de ser digno de lástima. Pero las condiciones para su liberación son extremas, por no decir otra cosa.
Para garantizar que SBF no pueda ponerse en contacto con posibles testigos, no se le permite, por ejemplo, utilizar su teléfono móvil ni su ordenador para nada que no sea comunicarse con sus abogados. Para garantizar esto, sus dispositivos electrónicos serán puestos bajo vigilancia. Y eso incluye una prohibición bastante cómica: Sam no puede jugar a League of Legends. El joven era un gran aficionado al título de Riot y, al parecer, se permitía echar unas partidas en medio de reuniones importantes. Con FTX, patrocinó al equipo de esports TSM. Una gran historia de amor que ahora tendrá una pausa indefinida. Las autoridades temen que utilicen el chat del juego para influir en los testigos implicados en el caso. Sam tendrá que encontrar un nuevo juego favorito…
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